sábado, 7 de mayo de 2011

UN POETA, UN POEMA. LUIS CERNUDA. CREATURA Nº 64.

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

Luis Cernuda es un poeta de la Generación del 27, esa generación rota por la guerra y que siempre se estudia en el colegio o en el instituto y de la que realmente se sabe muy poco. Poeta sevillano, de clase acomodada, Cernuda representa muy bien el espíritu burgués de la generación. También encaja en su generación por el hecho de haber cursado estudios universitarios y haberlo hecho en Madrid. Al estallar la Guerra Civil Cernuda tuvo que exiliarse en América. México fue el destino del poeta sevillano. Allí escribió alguno de sus mejores poemas. Frente a otros compañeros de generación, Cernuda siempre fue un poeta poeta, es decir, no fue profesor universitario, no fue novelista o dramaturgo. Su ocupación única fue la poesía. Dejemos de lado a los Formalistas rusos y su idea de que el poema o la obra literaria habla por sí misma y no es necesario conocer el contexto de producción de la obra o del autor. Esa información puede en ocasiones no ser útil, pero en otras podrá explicar muchas cosas. Es evidente que en ocasiones nos excedemos a la hora de relacionar vida y obra de un autor, que no es necesario conocer su lista de la compra. Pero no podemos negar que muchas veces su biografía nos aporta datos útiles a la hora de entender su obra. Cernuda era homosexual. Tenía fama de ser un tanto afeminado. Pensemos ahora en lo que dice el poema. “Si el hombre pudiera decir lo que ama”. Habla el poeta de la libertad de hablar. Tiene la libertad de obra y la de pensar pero no la hablar, que es la más dura en un poeta. Su amor es tal que justifica su existencia, pero no puede decirlo, no puede ponerle palabra. He aquí un tema fundamental en la poesía, la palabra y su capacidad liberadora, creadora. “En el principio era la palabra...” comienza diciendo San Juan en su evangelio. Y así es. Todo se hace con la palabra y mediante la palabra. Y así lo cree también el poeta que quiere hacer su amor más cierto, más verdadero pudiendo decirlo. Pero no puede hacerlo. Pero tiene que esconderlo. No puede apelar a la libertad que le exalta, a la del amor que vive y que no puede, pese a todo declarar. Cernuda titula uno de sus libros La Realidad y el Deseo. Y de eso se trata aquí. De la realidad de un amor que existe y del deseo de contarlo. Pero de la confrontación entre ambos. De la lucha entre el deseo de decirlo y la imposibilidad de que ese amor, por su índole, pueda ser libremente declarado. La realidad truncando el deseo una vez más. Pero volvamos al tema de la palabra. La libertad para contar lo que se siente y lo que se piensa está, ha estado y estará constreñida en muchos sitios, en muchos momentos, por muchas razones. Y la expresión de ese sufrimiento es lo que expresa este poema. No poder decir lo que un hombre ama. Qué mayor desgracia. No poder declarar el amor que se desea y que se disfruta. Amor, palabra, deseo, libertad, temas universales que están en la obra de Cernuda y que vemos reflejados en este poema que tiene también una gran capacidad de identificación y un gran trabajo en la forma: ritmo, sonoridad y lenguaje.