miércoles, 14 de marzo de 2007

Mingote narrador. Creatura nº 10.

Mingote, narrador.

Ángel Antonio Mingote Barrachina (Sitges, Barcelona, 1919) es universalmente conocido por su labor de humorista gráfico, que ha desarrollado en prestigiosas publicaciones tales como La Codorniz, Don José (fundada por él mismo en 1951) y sobre todo por su viñeta diaria en ABC. Pero Antonio Mingote es mucho más que un simple viñetista, que un dibujante, es ante todo un humorista y ha desarrollado su profesión con todos los medios que han estado a su disposición: con sus dibujos, con sus relatos, con sus novelas, con sus obras teatrales y sus guiones televisivos, con sus propias apariciones televisivas.
Vamos hoy a dar un breve repaso a su vida y su producción fijándonos sobre todo en las partes menos conocidas de su obra.
Hijo de militar, pese a nacer en Cataluña Mingote siempre es tenido como aragonés, dada su ascendencia y a que muy pronto pasó a vivir a esta región. Aunque si hay algún lugar que ha marcado su vida y su obra es Madrid. En Madrid, siendo todavía militar con graduación, capitán de carros de combate en concreto, entró gracias a su talento a formar parte de los colaboradores asiduos de La Codorniz con su conocido personaje del enterrador. Pronto deja el ejército y ya a partir de 1945 su trabajo es fundamentalmente el de colaborador en esta revista ya bajo la dirección de Álvaro de Laiglesia, pero aún bajo la influencia, sobre todo en su caso, de los Tono, Mihura y compañía. De hecho es considerado el heredero de esa conocida Otra generación del 27, por su humor de carácter más poético y fantástico (no es este, precisamente, el que practica en su colaboración diaria en ABC).
Casi a la vez que su labor de humorista gráfico comienza su labor de novelista de humor, su primera novela Las palmeras de Cartón aparece en 1947 editada por una pequeña librería, la Librería Clan de Madrid y causó gran impacto sobre todo en la crítica. Joaquín de Entreambasaguas la eligió en su selección de Las Mejores Novelas Contemporáneas de esa época junto con novelas como Nada o narraciones de Ana María Matute.
Esta novela es la principal muestra de humorismo de la segunda generación de humoristas narradores de la literatura española. Si el principal representante hasta ese momento había sido Enrique Jardiel Poncela, en la segunda generación y gracias a esta novela Mingote se pone en cabeza de toda una generación que, desgraciadamente, no seguirá su camino (el camino de la generación anterior, de los Neville, López Rubio y el propio Jardiel) de un humor antirrealista, poético, vanguardista y con un punto de melancolía. A diferencia de Mingote el resto de narradores (Óscar Pin, Remedios Orad, Evaristo Acevedo, Álvaro de Laiglesia…) seguirá una línea más realista, alegre, irónica y tradicional. Desgraciadamente Mingote no seguirá escribiendo más que pequeños relatos para La Codorniz o Don José y algunas pequeñas novelas publicadas en colecciones de novela corta similares a las colecciones de principios de los años veinte tales como La Novela Semanal. Entre estas obras destacamos suLos revólveres hablan de sus cosas o La última aventura de Tarzán. Son estas novelas menores tanto en su extensión como en sus pretensiones humorísticas.
Para encontrar una nueva novela de gran vuelo y extensión hemos de esperar hasta 1991 (¡44 años!) con Adelita en su desván estupenda parodia de las novelas sentimentales y los cuentos de hadas.
La narrativa de Mingote se caracteriza por su búsqueda de lo insólito y la mezcla de diversos mundos, el real y el irreal, en la narración. No encontramos los típicos chistes fáciles ni la inquina, la ironía ni el ácido del sarcasmo. Es un humorismo limpio, con tendencia a lo fantástico y buscando un lado divertido sin buscar la herida, buscando un lado amable y en muchas ocasiones melancólico.
Además, dentro de la obra de Mingote podemos destacar obras de teatro como El bombón del Peluquín en colaboración con Tono y Jorge Llopis o guiones de televisión, como los que preparó para la serie Este Señor de Negro para Televisión Española.
Como podemos observar hay más en Mingote de lo que muestra cada mañana en ABC, tanto, que su valía le ha llevado a ser desde 1988 miembro de la Real Academia de la Lengua Española. Rubén Bravo.

Bibliografía:


- Acevedo, Evaristo, Treinta años de risa, Vol. 1, Editorial Magisterio Español, Madrid, 1973.

- Mingote, Antonio, Las Palmeras de Cartón, Librería Clan, Madrid, 1947; Editorial Cremades, Tetuán, 1958.

- Mingote, Antonio, Los revólveres hablan de sus cosas, “La Novela del Sábado”, Madrid, 1953; Luca de Tena Editores, Madrid, 2004.

- Mingote, Antonio, Adelita en su desván, Planeta, Barcelona, 1991.

- Mingote Antonio, De muerte natural, Espasa Calpe, Madrid, 1993.

- Mingote, Antonio, Obra Escrita, ed. de María Luisa Burguera Nadal, Madrid, 1996.

- VV.AA, La Codorniz, Antología 1941 – 1978, EDAF, Madrid, 1998.

5 comentarios:

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Muchas gracias por la referencia a mi abuelo. Un saludo.

Kebran dijo...

buen temita ruben , a mi mingote nome gusta mucho, pero bueno, para gustos colores o culos, no crees?

Rubén dijo...

Señor Gallud Jardiel, muchas gracias por su comentario.
Siempre estaré agradecido a su abuelo porque fue el que me abrió el camino en la literatura de humor. Trabajo en una tesis doctoral sobre el tema y tal vez podría prestarme usted alguna ayuda ¿sería posible? Puede contactar conmigo en rbr33@hotmail.com.
Gracias.

Julio Vegas dijo...

Yo tampoco soy muy de Mingote. Ni de Coll. Ni de Tip. Ni de Gila. Ni de... Mejor paro, ¿No?

Anónimo dijo...

Si, mejor para y más teniendo en cuenta que los nietos de estos señores leen el blog de Rubén, cosa que por otro lado no entiendo.