lunes, 21 de enero de 2008

Verosimilitud y realismo. Creatura Nº 25.

Verosimilitud y realismo.

En toda narración, literaria o no, nos encontramos con dos elementos que sirven de conexión con los procesos mentales de recreación que realiza el receptor, son estos, como ya indica el título la verosimilitud y el realismo.
Realismo viene a definir la narración, entendiendo por narración algo muy amplío, una novela, un cuento, una película, pero incluso un cuadro o una fotografía, que se ajusta a lo real. No que sea real en sí misma, ya que como indicamos en anteriores artículos la realidad sólo se encuentra en el mundo real, si no que parezca real, que recuerde y remede a lo real.
Verosímil está relacionado con real, pero no es igual. Verosímil es la continuidad en unos hechos que no resultan extraños en un mundo ficticio. Lo entenderemos mejor con un ejemplo. Nadie espera que en una novela de Galdós aparezca repentinamente por la puerta un dragón. Sería inverosímil. Sin embargo sí es posible en un libro de Harry Potter. En el mundo ficticio de Harry Potter la realidad nos indica que no es inverosímil que encontremos, entre otras cosas, un dragón.
Un tercer elemento podemos incluir en esta terna: credibilidad. No es necesario que un dragón entre por la puerta para que algo resulte increíble. De hecho el dragón de Harry Potter es creíble, ya que responde a su verosimilitud. Y puede ocurrir que en una narración realista ocurra algo, no inverosímil, ya que entra en los presupuestos de ese mundo ficticio, pero sí increíble.
Vayamos al ejemplo que es donde mejor comprobaremos este hecho. Tomemos dos universos irreales similares que parten de la misma base y que pretenden representar un mundo realista: nuestro mundo, en nuestra época de hecho:
C.S.I Las Vegas y C.S.I Miami.
Ambos parecen en un primer vistazo mundos realistas. En ambos encontramos un equipo de científicos policías que resuelven asesinatos, generalmente, por medios técnicos y tecnológicos avanzados. En el mundo ficticio creado por los guionistas, en apariencia el mismo, es verosímil la existencia de asesinos, de pruebas rápidas de ADN y de tantas otras cosas que están en el límite mismo de lo realista, pero que resulta siempre verosímil.
Sin embargo podemos encontrar entre ambas producciones importantes diferencias que colocan a una en el mundo no sólo de lo inverosímil, sino también de lo creíble.
Mientras los personajes (héroes y villanos), las narraciones (asesinatos más o menos cruentos), los procedimientos y demás suenan creíbles, verosímiles y hasta realistas en la serie de Las Vegas, los guionistas (que no son más que narradores al fin y al cabo) de la serie de Miami han elegido para su serie el camino de la grandilocuencia, que suele estar reñida con la verosimilitud, el realismo, la credibilidad. Esto, que no tendría que ser malo de por sí, trae finalmente una consecuencia innegablemente fatal, el hecho de que la serie pase de ser un producto digno a ser una broma de millones de dólares. En un análisis más pormenorizado podríamos indicar cosas como la gran diferencia entre los protagonistas de ambas series: el primero Grissom, es un personaje anónimo, que huye de la notoriedad, que no busca justicia, ni siquiera a un malo, sólo la verdad. El gran afán de Horatio es aplicar la pena de muerte a todo raterillo de Miami. Pero vayamos más allá, a momentos concretos donde encontrar esos fallos de realismo, verosimilitud y credibilidad. Ya hemos visto que los personajes principales, radicalmente distintos tienden uno a la verosimilitud, que no estrictamente a la realidad, y el otro a lo más increíble. Resulta que Horatio es capaz de hacer estallar un camión cargado de explosivos con un bazoka a menos de 500 metros de distancia y sin ningún daño para nadie. Jack Bauer debe estar riéndose, por vez primera por cierto, como un poseso, a la vez que sus guionistas. Es absolutamente inverosímil en el mundo de los CSI no sólo que aborten un ataque terrorista a una central nuclear, sino que lo hagan con un bazoka haciendo estallar el camión que porta los explosivos. He ahí lo inverosímil, aún más, lo increíble. Otro elemento de inverosimilitud insoportable son los malos a los que se enfrentan un grupo y otro de investigadores: los de Las Vegas se enfrentan a humanos que comenten errores o quieren sacar provecho de la maldad. Los de Miami son malos caricaturizados que parece que gusten del mal como los demás disfrutamos del postre tras la comida. Son malos peores que la quina, malos que quieren destruir el país, que matan por placer a la mujer de Horatio, malos que huyen de las positivas motivaciones de todo ser humano que ya señala el Arcipreste de Hita: mantenimiento (dinero, riquezas, posición social) y ayuntamiento con hembra hermosa (sexo), que son ni más ni menos que las motivaciones que también señaló Freud. Es decir que unos se acercan a la realidad y otros no sólo se separan de la realidad, sino de lo verosímil (terroristas islámicas en minifalda) e incluso de lo real (en lugar de avisar a un artificiero hacer explotar un coche bomba en una playa desierta). He ahí aplicados los conceptos que describíamos. Aplíquense ahora a tanta y tanta nueva literatura: histórica, romántica y cualquiera que se ocurra a ver qué sucede.
(Excusas por el tono joco-serio)

jueves, 3 de enero de 2008

Hacemos Creatura. Creatura Nº 24

Delirio vano è questo!

Hacemos Creatura.

Vosotros queridos lectores, os preguntaréis ¿Cómo se hace Creatura? Bien, ahora que su cumple nuestro segundo aniversario en la calle vamos a dar respuesta a ese interrogante que no os deja dormir, comer, ni fumar. Cada colaborador de Creatura como si un científico loco fuese, tiene su propia forma de inspirarse. El Sr. Rossi baja al bar y se pide una gaseosa y un bote de aceitunas. Moja las aceitunas en la gaseosa y después: hop, se le ocurre una idea. El Lobo Estepario se come dos o tres ovejas y después: hop, tiene una idea. Yo mismo paseo un par de kilómetros, veo dos partidos de fútbol, hablo con tres jubilados, me doy tres duchas frías y: hop copio una idea de Los Simpson. Bien, pero no es a esto a lo que me refería cuando hablaba de cómo se hace Creatura. La fase importante del Creatura está en su reunión mensual. Antiguamente, hace un par de meses, cada colaborador llegaba con su trabajo bajo el brazo y lo entregaba a Ángel para que este, de forma misteriosa, lo convirtiera todo en un fanzine. Ahora, con las nuevas tecnologías todo se hace por correo electrónico. Pese a ello no hemos perdido las buenas costumbres y seguimos manteniendo nuestras reuniones mensuales, que son pese a todo, lo mismo de divertidas. Normalmente nos citamos para la reunión a las 21
horas, pero siempre todos llegamos tarde, excepto el Kebrantaversos y Ana. Los demás llegan su propia opinión: 21, 21:15, 21:30. Y así. Excepto el Pinky que tiene otra hora distinta y viene cuando quiere.
La reunión se desarrolla en el O’Conell, bar que todos conocéis, porque todos nos conocemos y sabemos de que píe cojeamos, ¿verdad? ¿Os imagináis a los colaboradores del Creatura haciendo su reunión en la Casa de la Cultura, en un parque, en la piscina, en la Casa Parroquial, en el Ayuntamiento, en los baños del Polideportivo? Yo no. Bueno excepto en los baños del Polideportivo. Bien, allí, entre humo, cerveza y mucho ruido vamos destilando nuestra creatividad en forma de sugerencias para próximos números:
- ¿Por qué no hacemos un número dedicado a Paris Hilton?- Dice uno que siempre dice lo mismo.
- ¿Por qué hacemos un número dedicado a Panero?- Dice Ramón.
- ¿Por qué hacemos un número que hable de la muerte en todo su contexto?- Dice el alegre del grupo.
Pero al final siempre hacemos lo mismo que es lo que no sale más o menos bien, o eso creemos nosotros. Pero pasemos a contemplar la reunión más al por menor. Al frente de las reuniones suele estar Ángel, que es el que nos encauza cuando se nos va la pinza. Saca su agenda mágica y nos dice:
- Faltan tres páginas. – No os preocupéis amigos lectores, siempre, en algún momento de la noche faltan tres páginas.
En esto el avaricioso de 13X21, yo, siempre dice:
- Yo puedo hacer dos.- Pero nunca se las dan porque es muy pesado y no pone dibujos en su sección.
Cuando todo se ha ido solucionando llegamos a la segunda conclusión:
- Sobran dos páginas.- Por supuesto que ahora no digo ni pío.
Pero esto como lo otro también se arregla. El fanzine queda compuesto y cerrado dándose que a uno le toca hacer la portada (el habilidoso), a otro la contraportada (el habilidoso también) y a otro el editorial (el que no sabe hacer otra cosa).
En estas ha venido Pinky que deja tres ideas buenas sobre la mesa, pero son tan buenas que nos sobrepasan, porque nosotros somos un poco mantas, y tenemos que dejarlas pasar.
El Kebrantaversos dice que no a tres ideas y luego que no a una cuarta que le gusta y luego dice: “Bueno” sin percatarse de que el que hace las cosas buenas del Creatura es él. Ana mira el reloj tres veces cada media hora. Nunca sabemos a dónde debe ir, pero debe ser importante.
Mientras tanto el Largo y Gabe, a lo suyo, se ríen de qué sé yo, porque estoy sordo y ellos se ponen lejos.
El Lobo Estepario mira el reloj, más para despertarse o cerciorarse de que está donde debe estar, y piensa en que debería estar en casa con su mujer. No sabemos si es que su mujer le regaña o si es que quiere estar con ella.
El hombre de múltiples personalidades, Julio y todos sus alter egos, manda más de lo que parece. Y se va riendo para sí mismo cuando piensa o dice lo que va a hacer el próximo día.
A Leticia no le llegan los pies al suelo. Sé que esto no es bonito, pero es cierto. Además trae sus dibujos que dan un poco de miedo y otro poco de gusto.
Pedro del Cerro no se entera mucho, y le pedimos que hable. Yo siempre le confundo con Pedro del Hierro y le imagino más que escribiendo su sección, diseñando bonitas bufandas.
Suena un teléfono. Ana se va. Leticia se va con ella. Gabe y el Largo tienen que ¿madrugar? Ramón se cansa. Ángel se queda con Pinky. Me marcho con otros dos. Y aquí se acaba. Así se hace Creatura.Si quieres comprobarlo, por favor, ven a vernos. Y nos invitas a algo.
Dedicado a todos los que nos ayudan a hacer Creatura: colaboradores, patrocinadores y sobre todo lectores.